Religiones tradicionales


He estado conversando con Anthony, que es Igbo, de la frontera con Camerún, al que le pregunté sobre las religiones tradicionales. El dice que eso es cosa de la gente vieja, que ellos ahora van a la iglesia. Su abuelo antes hacía sacrificios y todos lo consultaban por un dolor o un deseo, pero un día el abuelo les dijo que no había que hacer más sacrificios e ir a orar a la iglesia. Este abuelo era conocedor de plantas (¿de ahí le vendrá lo de jardinero?), lo consultaban tanto para un dolor de cabeza como para engendrar hijos varones. Me contó que escurría el agua de un pasto dentro del oído del enfermo para sacarle el dolor de cabeza y con otras plantas curaba la malaria o el dolor de tripas. Anthony dice que Dios trabaja muy arriba muy arriba y hace que cada niño nazca con determinado talento y poder de espíritu pero que entre El y los humanos hay montones de espíritus, buenos y malos que ayudan (o impiden) que uno logre su potencial que es lo que nos dio Dios. Cuando vio la máscara que Jorge trajo del Congo me contó que su abuelo se ponía una máscara similar para preparar un polvo (no sé si era polvo) con las raíces de una planta (stick roots) que ponía en el suelo junto con una cuerda cortándole el paso a la mujer que quería tener un hijo varón y le decía: por acá no pase. Luego la mandaba matar una gallina y sacarle la sangre y a los dos meses engendraba un hijo varón. And it’s works!, he said.
Aproveché a preguntarle sobre las brujerías y los que hacen mal y me dijo que sí, que existen. Ahora menos que antes pero igual hay gente que hace “trabajos” por dinero. ¿Qué trabajos? Por ejemplo ¡conseguir cabezas humanas!, que se sabe que vuelven rico a quien las posee o permiten acostarse con su esposa a los veinte minutos de haber tenido un bebé. Pero ¿entonces es peligroso andar por ahí? ¿Tal vez uno se encuentra con alguien cortando cabezas?, le pregunté. Anthony largó una carcajada y me dijo que no no no, no es tan directo. No agarran a nadie al azar, pero ahí me perdí entre sus explicaciones y el inglés, a pesar de haber insistido varias veces que me explicara. Pero ahora él está jugado a la iglesia y dice que si se reza todas las noches and cu tu chorch, los malos espíritus no pueden hacer nada, porque la fuerza de dios está más arriba y te proteje. Y me contó un sueño que tuvo en el que un trueno relámpago lo había cegado y al recobrar la vista, vio que no había quedado nada más en el mundo que un árbol, bajo el que se cobijaban algunas personas y él entonces entendió que Dios nunca lo iba a abandonar. Sin embargo Money is a different matter (el dinero es asunto diferente), me dijo. Money has no God, entonces en asuntos de dinero, Dios puede hacer poco y se perdió (o me perdí) en una larga explicación de que no valía la pena vivir para el dinero porque en poco tiempo todos envejecemos y necesitaremos a los más jóvenes, por lo que no sirve de nada el dinero que uno acumula. El decía We can´t eat money y se llevaba las manos a la boca. Bueno, le contesté, pero en este mundo uno precisa dinero para comprar comida, ropa o remedios, uno no puede vivir sin dinero. Sólo para vivir confortablemente, me contestó.

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