La Plaza Mayor. Madrid


Una romería de gente cruza la plaza. Multitud de lenguas y tipos humanos. Centro del turismo en Madrid, la Plaza prepara sus cuatro farolas para la noche de sábado. Un cielo aturquesado, entre las dos torres de la Casa de la Panadería, sirve de telón a la fachada de murales pintados. Artistas callejeros, desde músicos a estatuas vivientes, de mimos a payasos, de mendigos a vendedores de abanicos se desparraman sobre el empedrado de pizarra azul. Al centro la estatua de Felipe III que se mezcla, como uno más, entre la algarabía de la gente. Por suerte la ronda de terrazas y restaurantes alrededor permiten un descanso. El sopor de la noche de agosto sube desde los adoquines. Los pies hinchados ya me laten.

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