La sombra del viento. Carlos Ruiz Zafón

Un librero lleva a su hijo, Daniel, a conocer el Cementerio de Libros Olvidados, donde el joven encuentra un volumen que lo apasiona y lo sumerge en el mundo y la vida de su autor, Julián Carax.

Esta novela ha tenido gran éxito pero, según mi entender, no es nada del otro mundo. Tiene algunos elementos buenos como su prosa que es fluida por lo que la historia avanza de manera bastante rápida. A veces resulta poética y tiene muy buenas imágenes. Entre lo malo, encuentro que no es muy clara la ambientación en la época que transcurre (años cuarenta y cincuenta); pero sobre todo me parecen pobres los personajes ya que no tienen complejidad, son planos, casi de folletín.
La novela empieza bien, con la biblioteca de los libros Olvidados, que parece hasta una reminiscencia borgiana, pero las expectativas no se cumplen, pues este elemento queda por el camino. Al principio el libro entusiasma bajo la promesa de un ‘misterio’, pero poco a poco, cuando nos vamos dando cuenta de que no hay más misterio que el pasado del tal Julián Carax, va mermando el interés. Hay escenas muy similares y repetitivas. Hay algunas informaciones que también se repiten sin variaciones. Se introducen en la trama escenas como de libro de fantasmas pero luego no hay desarrollo. Cuando se transcriben o cuentan los relatos que sobre la vida de Carax hacen otros personajes parece que todos saben todo sobre ese hombre. Los informantes actúan como narradores omniscientes, lo que parece un error narrativo importante. Es como si toda la vida de los personajes secundarios girara sólo en torno a Julián Carax y a sus amores, como en las telenovelas de la tarde.

Respecto a los personajes, que para mí son la carencia más grande, el malo es arquetípicamente malo, sin matices, lo que le quita el interés y encima no queda claro porqué quiere matar a todos. Otros personajes no tienen una función clara y si se suprimiesen de la historia no pasaría nada. En resumen, se puede leer, sobre todo si uno es amante de la novela rosa y el suspenso, pero no esperen maravillas.

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