Si llegara de Marte a aterrizar en 18 de Julio me costaría entender la algarabía de un pueblo que acaba de perder su pase a la final. La gente es un contínuo que pasa y pasa en autos, en motos, a pie o trepados en camiones envueltos en la bandera, con pelucas, gorros y camisetas celestes, vinchas azules y blancas y un sol dibujado en la cara. Suenan las bocinas, las vuvuzelas, los tambores y atronan parlantes con ¡Ay celeste regalame un sol! o coros de muchachos con el más tradicional ¡Uruguayos campeones!
Es que esta generación nos redime en el embrujo del trabajo bien hecho, del esfuerzo, del no darse por vencidos y del enfrentar al más grande de los rivales como a un igual. Lección de dignidad. Gracias por permitirnos soñar.
felicitaciones por la nueva presentacion, me encantó. Ademas del contenido, como siempre. No te hacia fubolera !! arriba la celeste, beso, d
ResponderEliminarMe alegro que te guste.
ResponderEliminarEn realidad no soy futbolera, pero estos muchachos me han ganado el corazón, como creo que a todo el mundo
Beso