Disputa conyugal


En un semáforo dos niñas jugaban a saltar y les saqué una foto. ¡No!, me dijo Jorge, que ahora hay que darles plata.

-¿Por qué hay que darles?- le contesté yo. –Sólo les saqué una foto.

Al instante las niñas se habían multiplicado contra la ventanilla del auto y gritaban y chillaban.

-¿Ves? –me contestó Jorge ya molesto.

-No les des nada. -le respondí.

Pero no resistió, bajó la ventanilla y les dio unas nairas a algunas de ellas. De golpe aparecieron muchas más niñas que se arracimaron sobre el auto y gritaban, moqueaban y lloraban y no nos dejaban arrancar.

Desde un mini bus los pasajeros nos señalaban y se reían de nosotros.

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