337. La frustración de la pantalla en blanco.

Ando, hace tiempo, con niveles mínimos de imaginación. Aquella cantera de historias que sólo necesitaban un pretexto parece haberse agotado.
Busco trucos para destrabarme y me topo con Flaubert, que dice: Hay que escribir fríamente y eludir esos bailes de disfraces de la imaginación porque de ellos se regresa sofocado y no habiendo escrito más que tonterías. Lo que a su vez me recuerda aquella del decálogo de Quiroga que sugería "no escribir bajo el peso de la emoción".
Así que estoy esperando que se me pase la emoción. Digo, pa' consolarme. Y escribo en el blog.

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