313. El fantasma de Maracaná

Al borde de la Noche de la Nostalgia todos aprontan sus pilchas y lencerías y se preparan a vivir la máxima fiesta que hace honor a nuestra idosincracia. Huele a naftalina el fantasma de Maracaná. Es la noche de las parejas, de revivir cuando se querían más o bailaban, a los saltos Los Náufragos o apretaditos Cat Stevens o Bee Gees, por no nombrar a Roger Whittaker o Sergio Denis. En ese plan a mi no me queda otra que irme al sobre. Todo lo que tenga más de diez años nostalgea en agosto en Uruguay. "Yo nostalgio, tu nostalgias y como me revienta que (ella) nostalgie", como decía Benedetti, con la licencia que me tomé de cambiarle el género.

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