303. Los despojos de las bacanales

Me gusta la descripción de Gioconda Belli de la fecundación. Los espermatozoides convertidos en  hombrecitos de Magritte. Bien podría ser la estampida a la salida de trabajo en una gran ciudad o la largada de una carrera de fondo. Y hay dos cosas que me hacen un guiño: que los óvulos, aún por madurar, vitoreen al campeón y que los espermatozoides pierdan el paraguas y el bombín en el esfuerzo. 
Pero lo que me fascina del cuento es el día después. El camión rojo que recoge con parsimonia los despojos, como quien limpia después de una fiesta las guirnaldas vueltas sólo papel sucio y las masitas y tarteletas sólo manchas en el mantel. El silencio reina y apenas se quiebra por el escobillón que arrastra los deshechos. Tarareo a Fito, "el amor después / del amor tal vez / se parece a este rayo de sol". 

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