228. Santander de Quilichao

Rumbo a una finca en el Valle vimos en la ruta los carteles con el nombre de esta ciudad de donde era oriunda una amiga que conocí en Africa. Le pedimos al conductor que entrara para poder mandarle a Alejandra unas fotos de su pueblo natal.
Y entramos por la calle principal, llena de árboles y pastos altos y duros y tierra roja sangrando en las cunetas. Y los puestos de mercado sobre la calle y la gente negra en la venta, en los paseos, en las charlas. Vestidos de colores y negociando en las calles. Me pareció por un instante estar de vuelta en Nigeria. Sólo que todo es más limpio y ordenado.
Y me pareció entender porqué ella se sentía tan bien en Ibadan.

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