96. Otones de Benjumea

Es un pueblito en la Provincia de Segovia de unos 50 habitantes. Tuvo dos escuelas pero en 1970 la Ley General de Educación promovió la concentración escolar, así que las cerraron porque tenían pocos alumnos.
Pero  gente oriunda del pueblo, ex pobladores y algunos más fundaron una Asociación Cultural  ("El Corralón") que instaló en cada local un museo: uno Pedagógico y otro Etnográfico. También recuperaron la casa del Marqués que fue el dueño del pueblo hasta 1927, cuando el Estado, por medio de Benjumea, les permitió a los agricultores comprar las tierras, adelantándole al dueño el dinero. Siglo XX cambalache y el feudalismo tan campante. 
El Museo Pedagógico reúne cantidad de materiales que se han usado en la escuela española desde el siglo XIX hasta ahora. Desde varas para golpear a los niños a pizarras y cartapacios, libros y carteles, algunos que supimos utilizar en Uruguay también.
Me gustó un rincón dedicado a las reformas que intentó implementar la II República, Entre ellas las Misiones Pedagógicas que llevaron cultura a los lugares más recóndidos de España donde campeaba el analfabetismo y el aislamiento. Iban en camiones y llegaban con un grupo de teatro, un gramófono, un proyector de cine o una biblioteca. Se hicieron muchas campañas que se terminaron con la guerra. Me hicieron pensar en las nuestras de la década del sesenta y me pregunto si habrán tenido esta inspiración.


Pero lo más atrapante es la recreación de una sala de clases durante el franquismo. Muchos años, muchas generaciones formadas en ese regimen hasta que en 1970 la escuela empezó a cambiar. Hasta esa fecha, por ejemplo, continuó la separación de sexos y los castigos corporales, además de la falta de libertad religiosa y de pensamiento. 1970 no fue hace tanto. Seguramente para los jóvenes es la prehistoria, pero para la vida de un país es anteayer, ahí nomás, detrás de la esquina. Y me sorprende constatar la España de hace 40 años tan medieval y atrasada cómo se puso al día y transformó el estado y los indicadores, más allá de crisis conyunturales.

En la sala de clase se recrea una época de penurias: los pupitres de los niños tenían rejillas donde apoyar los pies porque muchas veces las escuelas no tenían piso y en invierno el frío apretaba. La maestra tenía un brasero grande debajo de su escritorio y los niños, cada uno, llevaba el suyo, pequeño como una valijita. En las paredes, se leían las oraciones que en coro debían decir los niños al comenzar la clase y al terminar. Los imagino repitiendo fonéticamente aquellas palabras difíciles de las que sólo les quedaba, tal vez, el temor a dios. 



En 1953 Estados Unidos empezó a mandar leche en polvo, queso y aceite para los niños como parte del trato por el que España le dio permiso para instalar bases militares en su territorio. Durante 15 años, los niños españoles recibieron la copa de leche y el queso amarillo en lata, Nuestro anfitrión nos contó que una madre por día tenía que preparar la leche y que él recuerda ese día como fiesta familiar porque también se hacían flanes, cremas y postres que de otro modo no había.
















Quiero dejar para el final el rincón de la Educación Femenina. Más allá de las tareas en las que se las entrenaba como bordado, costura, cocina, y que también se enseñaban por estas latitudes, las lecciones que se expresaban en los textos y que debían enseñar las maestras que también eran mujeres, Les dejo algunas:

"Dios ha dado al hombre más cualidades de mandar y a la mujer más cualidades de obedecer.Dios ha hecho a la mujer más dúctil, flexible, obediente, docil, sumisa y condescendiente; y al varón recio, inflexible, dominador, imperante". 1956.

 "En general todo trabajo que requiere teoría, reflexión, fineza de juicio, espíritu de iniciativa y de empresa es incompatible con la mujer". 1955.

"Mentir es una cobardía. Por eso las mujeres, seres débiles, mientes más que los hombres". 1955.

"Existen sí celebridades femeninas en la literatura, en la poesía y aun en la filosofía pero la profundidad de sus obras es superficial, sus pensamientos poco profundos por lo que sus obras no pueden equipararse a las de un hombre". 1941.

"En cuanto goza de  cultura y renombres viriles, la mujer suele perder la gracia y la modestia y adquirir aires de dómine o de sportman". 1961.


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