10. Un montón de espejos rotos

Como una ola que rompe y te arrastra, como una avalancha que te despatarra. Así me siento, a veces, en estos días, desde que me llegó la noticia de que mi primera novela ganó el Morosoli de Oro. Mucho vértigo, mucha alegría pero también la inmovilidad de la espera. De que llegue el día, de que pasen los días. Días de premio, de afectos, de satisfacción, de celos, de indifirencia, de envidia. Y es sólo un libro. ¿A quién le importan los libros? a muy pocos. Pero a muchos les importa que a otros les vaya bien. Es raro, ¿no?, pero a mucha gente le molesta las buenas noticias en las que el sujeto no sean ellos mismos.
 

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