El olvido que seremos. Héctor Abad Faciolince

Titulado con el primer verso del poema de Borges, Epitafio, este libro cuenta la relación filial entre el autor y su padre, un médico liberal especialista en Salud Pública de Medellín. Héctor Abad padre fue asesinado en 1987 durante la ola de violencia, previa a la violencia de los narcos, que se instaló en Colombia contra todo aquel que levantara una voz o no fuera funcional a la derecha en el poder. En el bolsillo de su pantalón, cuando cayó acribillado por un par de sicarios, llevaba el poema de Borges. En aquella época, el discurso oficial pretendió reducir la violencia hacia la ultra izquierda, sin embargo, la Unión Patriótica, perdió dos candidatos a la presidencia y en particular, este médico pertenecía al partido liberal, al igual que otros que cayeron con él. Héctor Abad siempre peleó por la paz y cuando comenzaron a sucederse los asesinatos, su conocido compromiso social lo llevó a encargarse del Comité de Derechos Humanos. Cómo operaban los paramilitares, cuáles eran sus víctimas y cómo era la atmósfera de esa Colombia que se desangraba son revividas por el autor, quien cuenta, entre otras cosas, que luego de morir su padre, a los pocos días, se hizo un acto del Comité que él presidía para que asumiera quien iba a sucederle, un profesor conservador. Hablaron 4 personas. A los dos días, tres de ellos habían muerto, incluido el nuevo presidente, y el cuarto (que justamente era el autor) se salvó porque se fue del país.
No es un gran libro. Es más bien el homenaje sentido de un hijo hacia su padre. Por momentos es repetitivo y adquiere un tono un poco meloso, pero tiene el valor de un testimonio de primera mano de una época de la historia de Colombia que hoy que la guerrilla está tan devaluada, nadie parece recordar.   

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