204. Curioso

En la ciudad de 10 millones de habitantes, iba en colectivo a encontrarse con una persona que nunca había visto. Tampoco conocía el barrio. Sólo contaba con una dirección donde bajarse. Cuando creyó estar cerca, aguzó los sentidos y buscó leer los carteles a través de la ventanilla. Tenía miedo de pasarse. Le preguntó al hombre sentado a su lado si sabía dónde era Puán.  El hombre la obligó a repetir tres veces el nombre. No se sabía si no oía o no entendía. En eso una mujer que viajaba parada cerca del asiento la señaló con el dedo y le dijo:
-         -  No me digas que vos sos…
Y ella le contestó:
-          - Y no me diga que usted es…

Comentarios

  1. Me gustó esto; aunque quizás resulte secundario lo hubiese titulado de otra forma, en la línea de aquel viejo tema Decisiones de Ruben Blades, como distante y algo más vago, menos concreto,lo hubiese titulado Casualidades.Disculpá el atrevimiento por permitirme el comentario. Podés contestar si querés, aunque más no sea para decir que la sugerencia te pareció una reverenda pavada. Pasarlo bien.
    Walter Alonso

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  2. No, no me parece una pavada. Sólo que mi impresión fue de curiosidad en el sentido estricto de la palabra: ¡encontrarme en el mismo bus entre 10 millones de personas y 3 millones de buses! También casualidad, claro. Pero me ganó la sorpresa.

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    Respuestas
    1. Entiendo, ocurre que como lo escribiste en tercera persona interpreté que se trataba de un acontecimiento biográfico pero no tuyo, tal cual lo vieras desde la vereda de enfrente, por eso la analogía que establecí con el tema de Blades. Vale la aclaración. Saludos.
      Walter Alonso

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