165. La naranja mecánica y el futuro.


Hoy volví a ver La Naranja Mecánica, de Stanley Kubrick, una película, que como 2001 Odisea del Espacio, provocó al público respecto al futuro que estábamos creando y hacia dónde íbamos. Recuerdo muy bien cuando mis padres volvieron del cine, en 1971, de ver este estreno. Como siempre en casa, nos contaron la película con tal abundancia de detalles que fue como que la hubiéramos visto. Mamá, estaba impactada, pero más bien enojada con la visión del director de imaginarse un futuro tan apocalíptico, tan inhumano y falto de valores. Realmente, a ella le resultó revulsiva. Recuerdo su descripción de la casa del escritor, la violación de la esposa y la golpiza del viejo, casi como si la hubiera visto (contribuyeron  a esto, por supuesto, las fotos de publicidad), así como también la Novena de Beethoven como la música que lo inspiraba. En aquellos años, era realmente una visión apocalíptica pensar que la violencia ganara la partida; que hubiera bandas de adoslecentes que "coparan" una casa y violentaran y robaran a la gente que allí vivía; o que golpearan a alguien por el sólo placer de ver como sonaban los hueso al quebrarse o que la policía fuera tan brutal como los delincuentes. Hoy hemos visto copamientos (a mi sobrino lo secuestraron en la rambla para que sacara dinero del cajero y luego fuera hasta la casa de la amiga con quien estaba, ára robar y golpear a los padres), hemos visto quemar a un indigente para ver como se retorcía, hemos visto la violencia policial en las calles y a la militar en forma sistemática y exterminadora. Muchas veces pensé que tenía que decirle a mi madre, y ya no puedo, que Kubrick tenía razón. Pero también que la supresión de la delincuencia sin libre albedrío no soluciona nada porque el ser humano debe tener agresividad de la buena para pelear la vida y salir a delante, porque sino se vuelve un pelele de cualquiera que tenga mayor capacidad de reacción que él. Y sobre todo,  y por encima de todo, debe poder decidir lo que quiere hacer.

Hoy volví a ver La Naranja Mecánica, de Stanley Kubrick y pensé que tuvo una visión premonitoria del futuro. Pero me sorprendió que tecnológicamente ni siquiera intuyó, a pesar de "2001", el futuro de nuestras sociedades y el peso que ese camino tendría para llegar a donde él si pre anunciaba. Casi con ingenuidad aparecen en la película bibliotecas con libros de papel y lomo, una máquina de escribir común hasta los ochenta, y teléfonos fijos, con un diseño muy futurista pero aún atados al cable. El camino tecnológico de la comunicación y la informática no está ni siquiera previsto en la película y creo que el resultado ético de esta sociedad no está desligado de ello. (Y espero que este post no resulte una moralina).


Comentarios

  1. Es muy cierto lo que decís. A mí también me había impresionado la película, cuando la vi en una función privada con el profesor de lit. contemporánea, y después cuando leí el libro, que me costó bastante conseguirlo. En aquella época, yo decía: "esto es fantasía, o sucede únicamente en Inglaterra"... Pero me equivoqué, hoy vivimos tanta violencia de toda calaña, que es imposible volver a la normalidad.
    Lo que escribiste, no es una moralina, es una reflexión que comparto.

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