68. La Urdimbre y la trama en Montevideo

Fue en la tardecita del jueves 26 en la Biblioteca Nacional. Mi segundo libro, elogiado por la crítica, levantó vuelo en la capital. Me acompañaron Helena y Laura leyendo textos y Lauro Marauda en el comentario literario, además de la editora.
Yo quise decir algunas cosas. Quise decir qué difícil es para los artistas del interior trascender el pago chico, mientras miraba la sala escasamente ocupada por familia y amigos. Quise decir que me sentí verdaderamente una escritora cuando publiqué y los demás me devolvieron otra mirada sobre mis cuentos (muchas veces muy alejada de la mía). Quise decir que este segundo libro me afianzaba en este camino tardío de la vocación. Quise decir que sin saber, el destino me había hecho incluir el último cuento "La Historia de Melchor Silva", en el que comparto aventuras con Nora, mi entrañable compañera de Facultad y que no pude contárselo porque se murió sin despedirnos. Y que creo que, sin saber lo que hacía, lo hice para sentirme un poco más cerca de ella, Todo eso quise decir pero el recuerdo de mi amiga y la tristeza que desde hace un tiempo no me suelta, no me lo permitieron.
Agradezco a todos los que me acompañaron, sobre todo a mi hermana Helena, incansable, perfeccionista, que se esfuerza para que todo salga bien tanto sea un congreso nacional como una reunión de entrecasa. Y al resto, me gustaría que leyeran el libro, y si quieren, lo comenten. Es todo lo que una escritora necesita.

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