94. En el aula de Fray Luis de León



Ayer entré al aula de Fray Luis de León en la Univerisdad de Salamanca. Está igual a cuando él dictaba sus lecciones desde la "catedra", en los años largos de 1500. Un salón amplio, oscuro, con piso de madera y bancos austeros se orientan hacia el lugar donde un "lector"´daba las lecciones. Dije que los bancos son austeros, creo que fui generosa: apenas son vigas largas de madera, colocadas paraleas a otras un poco más altas con las que forman un par. Difícil sentarse y más difícil escribir. Como si se buscara mantener al alumno alerta en sus sentidos: o por el frío del salón o por la incomodidad del asiento. Tampoco facilitaban que los alumnos tomaran notas, ya que la Universidad estaba muy controlada por la Inquisición. Entonces, los alumnos más pudientes pagaban a otros más memoriosos (y menesterosos) para que se sentaran en las primeras filas y retuvieran las lecciones. 

Aún sin registro escrito de lo que decía, la Inquisición encarceló dos veces a Fray Luis de León y otra vez lo amonestó. Fue él y en esa sala que cuentan que les dijo a sus alumnos, al día siguiente de haber salido de una prisión de cuatro años: "cómo decíamos ayer...".

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