111. Las fachadas de Salamanca II: el astronauta y el dragón que come helado.



En la fachada norte de la Catedral de Salamanca, construida entre los siglos XV y XVI, aparece la escultura de un astronauta. Los turistas, de a montones, levantan la cabeza intentando ubicarlo entre la miríada de figuras míticas, animales,  vegetales o humanas. Al final aparece. Al costado del portal, del lado derecho y a mediana altura, un astronauta flotando en su cordón umbilical se distingue sin lugar a confusiones.
La primera versión que recogí fue la clásica premonición de algún picapedrero tan ignoto como sabio. Pensé que History Channel se podría hacer un festín de ovnis y extraterrestres. Pero seguí leyendo y escuchando (¡todo lo que se puede aprender “robando oreja” a los guías con banderín!) y la respuesta es menos mágica pero más lógica. En alguna de las últimas restauraciones del siglo XX, se incorporaron estas figuras como un tributo al paso del tiempo y a lo permanente de la iglesia católica. Se encuentran también un dragón comiendo un helado en cucurucho y una liebre, que ha ganado fama de ser buena para la suerte, así que ya se ve negra y brillosa de tanto roce.


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