342. Día de Reyes

Mañana de Reyes sin niños, ergo una mañana de verano como cualquier otra en las vacaciones.
Antes, cuando mis hijos eran niños, ver sus caritas frente a los juguetes en el salón de la casa de la playa de los abuelos, ha sido de los momentos irrenunciables. Convencerlos de que lo que les habían dejado era igual a lo que ellos habían pedido, no tanto.
Cuando nosotros éramos niños amanecíamos más temprano que nunca y casi siempre era mi hermana menor la que me despertaba porque se "escapaba" antes para comprobar si estaban los regalos. Era de las mañanas más felices. Recuerdo la moto que le regalaron a mi hermano, un año. Extraña, como un navío encallado en el medio de la sala. Recuerdo otro año en que pusieron los regalos al lado de cada cama en lugar de llenar la sala y al bajar pisé una cuna de bebé. Esa vez no hubo desparramo general. Pero el recuerdo imborrable es la cachila que pedí año tras año. Una cachila verde con capota de lona negra, igualita igualita a las de verdad con pedales para subirse y andar. Varios años seguidos la incluí en la lista. Nunca me la regalaron, pero un año al salir a la vereda a mostrar los regalos a los amigos vi al vecinito de enfrente pasar pedaleando en "mi" cachila. Entré corriendo a casa gritando "¡Mamá, mamá, los Reyes se equivocaron! Tenía entre asombro y alegría porque, después de todo, era la vez que la tenía más cerca. Pero mamá no me dejó cruzar a explicarle al vecino el equívoco.

Comentarios

  1. Vamos ahora y le decimos. Todos hemos madurado y seguramente él comprenderá por las dudas yo te acompaño).
    Los Reyes Magos son crás: ha sido un pequeño error subsanable.
    "que parezca un accidente"
    tzg

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  2. Mi vecino no me va a creer porque los Reyes son Magos y no se equivocan.

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