La mañana del viernes participamos de un espectáculo aluicinante por la ruta 3 camino a Paysandú. Encandilados por el brillo de un cielo celeste apenas cruzado por nubes enteladas, vimos aparecer una banda de arcoiris, que como un ojal horizontal nos miraba. En el ojo de la creación los siete colores resplandecìan desde el añil al rojo. Luminoso, un trozo de cristal que se colaba entre el cielo de verano, nos guió un buen trecho hasta desaparecer.
La mañana del viernes participamos de un espectáculo aluicinante por la ruta 3 camino a Paysandú. Encandilados por el brillo de un cielo celeste apenas cruzado por nubes enteladas, vimos aparecer una banda de arcoiris, que como un ojal horizontal nos miraba. En el ojo de la creación los siete colores resplandecìan desde el añil al rojo. Luminoso, un trozo de cristal que se colaba entre el cielo de verano, nos guió un buen trecho hasta desaparecer.
Comentarios
Bellísima descripción.
ResponderEliminarAcá en Bariloche, imposible ver el arcoiris, porque llueve, hace frío, y se está acercando el otoño, que también es hermoso.