El día que comenzó el frío en Castilla y León fuimos a Avila, la ciudad capital más alta de España (1311 m).Bajo una llovizna persistente y con ropa acorde al día anterior, fuimos tras la muralla medieval mejor conservada del mundo y la cuna de Santa Teresa, fundadora de las Carmelitas Descalzas.
Retablo en la sacristía de la Catedral |
Dijo Bécquer de Avila en 1864:
«Casi perdida entre la niebla del crepúsculo y encerrada dentro de sus dentellados murallones, la antigua ciudad, patria de Santa Teresa, Ávila, la de las calles oscuras, estrechas y torcidas, la de los balcones con guardapolvo, las esquinas con retablos y los aleros salientes. Allí está la población, hoy como en el siglo XVI, silenciosa y estancada.»
Aunque la Declaración de Patrimonio de la Humanidad le ha dado nuevos bríos, salvando los 150 años yo la sentí un poco así.
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